El archipiélago canario está formado por 7 islas principales más una serie de islas menores, islotes y roques.
Como las demás del archipiélago, Lanzarote es de origen volcánico, pero ésta es la más volcánica de todas, la de vulcanismo más espectacular, la «isla de los volcanes» por excelencia. Estos han hecho que el paisaje de Lanzarote sea considerado único en el mundo. La isla entera ha sido declarada «Reserva de la Biosfera» (en 1993), una distinción que la Unesco concede sólo a aquellos lugares del mundo que son modelos armónicos de convivencia del ser humano con su entorno ambiental.
El paisaje es siempre consecuencia de un clima, y éste de unas circunstancias complejas que actúan a la vez y en cadena, las tierras de Lanzarote tienen un clima semidesértico y una ausencia casi total de vegetación.
Sin embargo, el campesino lanzaroteño ha desarrollado una agricultura que es admiración del ingenio y de la adaptabilidad al medio: en los terrenos cubiertos por las arenas volcánicas. El resultado de todo ello conforma un paisaje sorprendente, único, inédito y bellísimo.